sábado, 2 de octubre de 2010

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Un romeo Fulero atiende la puerta, los invitados directo a sentarse, entran.
La música industrial son las canciones que las niñas cantaban en la escuela, correspondían al decreto del 19 de marzo. Ya nadie jugaría igual.
Una mañana reptaba el cántico de las aves, reptaba en mis cabellos.

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